jueves, 17 de marzo de 2022

El puente del barranco de Maro

La Asociación Cultural 'Entre Cañas' ha elegido como primer tema a abordar el estado en que se encuentra el puente del barranco de Maro, porque en él confluyen los objetivos que nos hemos marcado: la recuperación de la Memoria Histórica, la defensa del Patrimonio Cultural y la denuncia ante las administraciones y el pueblo de Nerja sobre el lamentable estado que presenta gran parte de nuestro patrimonio.

 

 


 

 

 El puente del barranco de Maro se encuentra en el tramo de la antigua carretera N-340 Málaga-Almería que, pasado el punto kilométrico 294, supera el espectacular barranco de Maro. Sobre los datos históricos y técnicos de su construcción da buena cuenta el historiador Francisco Capilla en su blog, por tanto, nos limitaremos a señalar la importancia que tiene como Patrimonio Cultural y Lugar de Memoria Histórica.

 

Durante la década de 1980, debido al incremento de vehículos y el desarrollo del turismo, se realizaron mejoras en la carretera N-340 modificándose algunos trazados. En Nerja se construyó un nuevo viaducto para atravesar el barranco, quedando el antiguo tramo, de 930 metros, y el puente antiguo como vía urbana. Cedido al Ayuntamiento de Nerja en 2007, en virtud de la Orden de 23 de julio de 2001 y alejada de la ruta turística, fue condenado al olvido.

 

La despreocupación y la falta de interés patrimonial de nuestras autoridades han ocasionado su deterioro creciente, especialmente durante la última década. El expolio al que ha sido sometido parte de los pretiles de seguridad, unido a algunas prácticas desaprensivas y peligrosas, como el puenting, han supuesto algunas pérdidas irreparables. El firme de la carretera presenta gran deterioro, con presencia de abundantes baches y algunas malas reparaciones que lo hacen muy irregular para el tránsito rodado, a pesar de que al superar el puente en dirección a Maro, forma parte de un elemento de comunicación viaria original del Sitio Histórico de Maro. Por ello, las actuaciones que se debieron hacer o se hagan en el futuro "deben ser coherentes con su naturaleza patrimonial, utilizando para cualquier reparación los materiales originales", según la Delegación Territorial de Cultura de Málaga. Algo que nunca se ha tenido en cuenta.

 

 

 



La Obra Pública ha sido, hasta hace muy poco tiempo, considerada sólo desde el punto de vista utilitarista y práctica, lo que ha dificultado que las administraciones y la sociedad se sensibilicen con su valor patrimonial y abandonen buena parte de estos bienes cuando dejan de ser utilizados. No obstante, la creciente sensibilidad social respecto a los temas del medio ambiente y el paisaje, la concienciación de la opinión pública sobre la conservación del patrimonio, unido a la búsqueda de señas de identidad cultural, han dado lugar a una creciente preocupación por su recuperación patrimonial. Recientemente, un grupo de Ingenieros de Caminos y profesionales de distintas disciplinas han puesto en marcha un Plan Nacional de Patrimonio de la Obra Pública y están organizando programas, proyectos de investigación, foros, exposiciones o publicaciones científicas orientadas a la conservación, análisis, concienciación y puesta en valor del patrimonio de la ingeniería civil.

 

 

 

 


Pero, además de su valor patrimonial como Obra Pública, todo el antiguo tramo de la CN-340 fue declarado Lugar de Memoria Histórica de Andalucía en 2012 por Consejo de Gobierno, así como todos los tramos conservados de la antigua carretera desde Málaga a Almería, por el paso de cientos de miles de personas que fueron allí bombardeadas, ametralladas y perseguidas por las tropas fascistas, nazis y franquistas que tomaron Málaga en febrero de 1937 durante la guerra de España. Esta carretera fue el escenario de una auténtica masacre, de un genocidio nunca visto hasta esa fecha. No existe en la historia de Nerja un episodio tan atroz, infame y descarnado como este. Motivo por el cual merece ser considerado Monumento a la Memoria, haciéndose necesaria su restauración, conservación y puesta en valor. 

 

Muchos son los trabajos audiovisuales que recurren al antiguo trazado de la CN-340 y al puente por su carácter evocador del crimen de la carretera Málaga-Almería, por ejemplo: 

 

Pantalones a la luna, de Paula García-Pozuelo Ahijón. 

Málaga 1937, la carretera de la muerte, de Juan Madrid.

 

En 2014, la Asociación La Volaera organizó unas jornadas de Memoria Histórica bajo el título "1937, Nerja en el camino de la desbandá" con dos conferencias en el Museo de Nerja. La primera del artista visual e investigador Rogelio López Cuenca, y la segunda del historiador memorialista José María Azuaga Rico. Las jornadas culminaron con una marcha, realizada por primera vez en Nerja, hasta el puente del barranco de Maro, donde se leyó un testimonio de una de sus protagonistas. Desde entonces, cada año se repite, reivindicándolo así como Lugar de Memoria Histórica.

 

 

 



El valor paisajístico, natural y evocador del barranco es extraordinario. El paisaje, que antaño se valoraba como arte pictórico o de jardines, ha adquirido una categoría patrimonial como producto mismo de actividades sociales, económicas, históricas y culturales, que dan forma al territorio y es el marco formal y simbólico de cualquier bien cultural. El puente del barranco de Maro, situado entre el Bien de Interés Cultural de Maro y el histórico Pago de las Mercedes, forma parte de un territorio que, por todos sus valores merece ser considerado Patrimonio Cultural de Andalucía, y no son pocos los expertos que así lo consideran

La UNESCO describió el Patrimonio Cultural en la Convención de París de 1972 como el conjunto de monumentos, grupos de construcciones o bienes, con valor histórico, arqueológico, científico, etnológico o antropológico. Sin embargo, en la actualidad ha ampliado su reconocimiento como producto de la creatividad humana que no se limita a la percepción historicista, generalista y materialista del pasado, sino que han sido insertadas también las expresiones inmateriales y la diversidad, vinculándolo a las personas, sus relaciones con el entorno, con los objetos y con el tiempo.  

 

El puente del barranco de Maro y su entorno son un tesoro abandonado que debe ser valorado, en primer lugar por la comunidad, y a partir de ahí demandar a las autoridades, administradoras de nuestros impuestos, lo que vale la pena cuidar y poner en valor.

 

Ni siquiera los gobiernos municipales tienen todo el conocimiento sobre como actuar con el Patrimonio, se basan en demandas, opinión pública y expectativas de voto. Quienes deciden qué es patrimonio no son expertos ni políticos, sino toda la sociedad en cuanto lo demanda como tal.

 

En nuestras manos está.

 

Dori Castillo Delgado Asociación Cultural 'Entre Cañas'

 

 

Galeria:

 

 

Deperfectos por la práctica de puenting

Estado del firme y acumulación de aguas

Desplazamiento de los pretiles

Localizados al menos tres elementos debajo del puente

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